Una vida sin violencia para las mujeres implica el ejercicio pleno de nuestros derechos. Tener oportunidades para poder tener autonomía económica, contar con apoyo en nuestros entorno, de la familia y la comunidad. Además contar con acceso a servicios de salud para cuidar nuestro cuerpo, decidir cuando y cuantos hijos tener.
Con el proyecto 50 municipios fortalecen sus redes de lucha contra la violencia e implementan servicios públicos articulados para atender a las mujeres en situación de violencia.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Embajada de Suecia en Bolivia.